PASOS PARA LAVAR LOZA
1.
Prealistar. Es opcional usar guantes de goma
al lavar los platos. Pueden ser muy útiles cuando tienes las manos muy resecas
o alguna enfermedad en las manos. Si estás usando mangas largas, arremángatelas
o ponlas debajo de los guantes. Los delantales también son opcionales.
2.
DESCOMIDAR: Raspa
todos los pedazos grandes de comida que están en los platos y ponlos en el
basurero, en lugar de ensuciar tu esponja/cepillo y el agua
3.
ADICIONAR: Llena el
fregadero con agua y con una buena cantidad de detergente. Usa una
temperatura alta que puedas tolerar cómodamente, pero no te quemes. Entre más
caliente esté el agua, es mejor para la sanidad y para cortar la grasa. Usa
guantes de goma para proteger tus manos si el agua está muy caliente para ser
tocada.
Coloca los objetos más grandes y con comida dentro del
fregadero para que se remojen en el agua caliente. Esto facilitará su limpieza.
4.
Empieza con los cubiertos. Como van en la
boca, el agua necesita ser la más limpia y caliente posible
- En general, sumerge el objeto en el agua para
después limpiarlo. Límpialo vigorosamente mientras esté en el agua.
- Retíralo del agua y revísalo. Si todavía está
sucio, frótalo con una esponja o algún otro utensilio, hasta que esté
limpio.
- Si es muy difícil quitarle la comida, llénalo
con agua. Después usa tus dedos (¡no tus uñas!) y quítale lo sucio.
- Si no funciona una esponja de hierro. No uses la parte trasera de la esponja, porque los pedazos de comida se quedarán en él.
5.
Después, lava los otros objetos
que tocan la boca, como las tazas y vasos, para que puedan beneficiarse con el
agua limpia y caliente.
6.
Cambiar regularmente tu agua es
esencial para mantener un ambiente higiénico para la limpieza
7.
Lava las ollas y las sartenes
ya que ensuciarán el agua. Primero deja que se remojen. Si algo se quemó en alguna
olla o cacerola, ponle un poco más de jabón y agua y déjala remojando mientras
lavas otros platos.
8.
Coloca los platos en una
rejilla para escurrir, después sécalos con una toalla limpia y seca.
9.
Cuando los platos están
limpios, no deben de tener ninguna materia visible ni estar grasosos. Desliza
tu mano en los platos para verificar que tengan un poco de resistencia. Si tus
dedos se deslizan muy fluidamente y sin chirridos, es probable
10. que aún
tenga grasa y deberías de considerar volverlo a lavar.
11. Enjuaga el cepillo, la esponja o el
trapo y deja que se seque. Puede ser una buena idea estilizar tu equipo de vez
en cuando, ya sea que uses agua hirviendo o cloro. Cuando una esponja o cepillo
empieza a oler feo y el olor no se quita al lavarlo, tíralo.
MÉTODO DOS: USAR UNA
MÁQUINA LAVAVAJILLAS
1.
Cárgala. Claro, lavar los platos a mano es un gran momento. ¿A quién no le
gusta mojarse los brazos hasta el codo con agua caliente y jabonosa? Para
aquellos que tienen un lavavajillas, la respuesta es “¡a mí no!”
2.
Llena tu lavavajillas
lógicamente. Todos los lavavajillas son distintos y todos tenemos maneras favoritas
de hacer las cosas. Establece una rutina y úsala la mayoría de las veces. Aquí
hay algunas cosas que debes de considerar:
o
¿Cómo funciona tu lavavajillas? Algunos tienen un par de brazos que
arrojan el agua desde abajo, mientras que otros tienen un brazo en la parte
inferior que arroja agua hacia arriba y un brazo arriba que arroja agua hacia
abajo.
o
Muchas lavavajillas tienen una variedad de espacios para acomodar
tazones grandes, tazones pequeños, utensilios y platos de distintos tamaños –
en la parte inferior. la parte superior es para objetos más pequeños como
vasos, tazas, jarras y utensilios largos como espátulas y cucharas para
revolver.
- No pongas
demasiados platos. Llena tu lavavajillas, pero no lo abarrotes – vas
a maximizar la capacidad de tu lavavajillas y minimizar el uso excesivo de
agua.
- Agrega el detergente. Llena
el depósito de detergente con tu producto favorito – líquido en polvo o
cápsulas – y ciérralo.
- Puedes
agregar más jabón en una taza secundaria si tus platos están
exageradamente sucios.
- Agrega
un agente de enjuague para prevenir las salpicaduras, si es necesario
- Préndela.
Ajusta el temporizador si es necesario – menos tiempo para una carga
ligera de platos no tan sucios o más tiempo para una carga pesada de
platos, ollas y sartenes.
- Seca
los platos. Puedes usar un secado con calor (pero ten cuidado
con los platos o contenedores de plástico) o sécalos al aire. Los platos
se secarán relativamente rápido, ya que la lavavajillas suele ser
calentada a 140°F.
MÉTODO TRES: LAVAR OLLAS Y
SARTENES DE HIERRO
1.
Lavar ollas y sartenes de
hierro requieren de un método distinto porque quieres desarrollar lo que se
conoce como patina, o capa de aceite, en la superficie del sartén. Lavar
el recipiente con detergente y agua impedirá que se desarrolle la patina.
2.
Llena la olla con suficiente
agua para que esté casi llena.
3.
Colócala en la hornilla, prende
el fuego a medio-alto y cubre
4.
Espera hasta que el agua en la
olla esté hirviendo. Con una espátula de hierro, raspa la comida que está en
el fondo y en los lados de la olla.
5.
Tira el agua de la olla y
vuélvela a poner en la hornilla, a fuego bajo.
6.
Limpia cualquier residuo que
esté en el fondo de la olla con una toalla de papel, ten cuidado de no quemarte. Apaga
la hornilla.
7.
Cubre el fondo y los lados de
la olla con una capa delgada de aceite, preferentemente en aerosol y limpia el
exceso de aceite con una toalla de papel.
Consejos
- Si usas un plato para servir algo que es difícil de quitar, llena
el plato con agua o déjalo en remojo después de usarlo. Esto evita que la
comida se endurezca y sea más difícil de limpiar. Es mejor enjuagar los
platos después de usarlos para quitarles los residuos de comida y evitar
que se endurezca y sea más difícil de quitar.
- Si necesitas usar tus platos inmediatamente después de lavarlos,
usa una toalla de lino limpia para secarlos. El lino no deja residuos ni
pelusas.
- Debes de tener cuidado con la madera. No debes de remojarla y debes
de secarla muy bien antes de guardarla. Esto probablemente necesitará que
la seques con una toalla y al aire en una rejilla. Es recomendable girar
los objetos de madera tan rápido como se sequen ya que suelen estar en
contacto con charcos de madera.
- Lava todas las partes de los objetos. Sólo porque crees que nada ha
pasado en la agarradera del tenedor en la parte inferior del plano no
significa que estén limpios.
- Elige tus herramientas sabiamente y úsalas en combinación, si es
necesario. Cada utensilio de lavado tiene sus ventajas y problemas.
Considera la opción de usar un
cepillo en un palo largo para lavar las cosas con bastante barro espeso o
viscoso a reiterar, estos son muy buenos para quitar rápidamente muchos
residuos. También tienden a tener un raspador encima del cepillo, para que puedas
darle vuelta y usarlo para quitar residuos que insisten en quedarse.
Los trapos y las esponjas son
buenos para quitar la grasa al igual que para quitar las capas de suciedad más
duras y delgadas que necesitan grasa para ser eliminadas.
Los estropajos y el lado
rasposo de algunas esponjas pueden ser muy efectivos para quitar los residuos
horneados, pero ten cuidado con usar esta opción y con el objeto a limpiar, ya
que algunas superficies pueden ser fácilmente dañadas con la mayoría de los
estropajos.
- Después de que creas que un objeto está limpio, desliza tu mano
sobre las áreas seguras (¡no los bordes de los cuchillos!) una vez más. A
menudo pasa que todavía tienen comida que no puedes ver, pero que sí
puedes sentir.
- Si estás colocando unos platos recién lavados a un lado del
fregadero sobre las rejillas, es una buena idea tener una solución de agua
y vinagre. Esto ayudará a desinfectar mejor los platos recién lavados y a
darles un aspecto brillante.
Advertencias
- Las bacterias crecerán rápidamente en las esponjas, los trapos y
los cepillos. Puedes reducir el crecimiento de las bacterias enjuagando,
apretando/agitando después de usarlas y colocándolas en un lugar seco.
Para una mejor limpieza, pon las esponjas mojadas en el microondas por 2
minutos o usa la lavavajillas. Si las metes al microondas, ten cuidado de
que la esponja o el trapo no se sequen. Ten cuidado cuando abras el
microondas, la esponja o el trapo podrían estar muy calientes e incluso
podrían emitir vapor.
- No pongas los cuchillos en el agua hasta que los vayas a lavar,
sólo coloca el cuchillo que estás limpiando en el agua. Si se te caen los
cuchillos en el tazón con agua y jabón (probablemente sucia) con otros
objetos, es posible que los pierdas de vista y te cortes.
- Nunca metas tu mano alrededor del a parte inferior del disipador,
ya que podrías herirte con los utensilios filosos.
- Reemplaza todos los utensilios de lavado regularmente cada varios
meses. Si notas un olor desagradable y aunque los laves no se les quita,
tíralos.
- Como alternativa, coloca un trapo o esponja en agua hirviendo por
10 minutos o moja una parte de cloro con 9 partes de agua (1:9, 10%) y
enjuaga muy bien. El blanqueamiento eliminará rápidamente cualquier
producto a base de látex.
- Platos para lavar
- Un fregadero o tazón para lavar
- Agua muy caliente y agua fría para controlar la temperatura
- Líquido para lavar
- Cepillo para lavar
- Esponja o trapo
- Tazón para lavar para ponerlo en el fregadero (opcional)
- Estropajo (opcional)
- Cáustica, para uso pesado, químico de limpieza (opcional)
- Cloro (opcional)
- Guantes de goma(si usas cáustica y cloro o si no quieres mojarte
las manos)
- Delantal (opcional)
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